Eminem ganó sólo dos premios. Y Esperanza Spalding superó a Justin Bieber y a Drake. Una ceremonia llena de sorpresas.
Todo indicaba que Eminem iba a ser, una vez más, el más coronado (no era para menos: llegó con 10 nominaciones). Pero la gran ceremonia de los premios Grammy, que se realizó el domingo 13 de febrero por la noche, tuvo varias sorpresas.
Por supuesto, el rapero no se fue con las manos vacías (ganó dos estatuillas: Mejor Álbum de Rap y Mejor Performance de Rap), pero se vio opacado por la sensación del trío country Lady Antebellum, que de la mano de su disco “Need You Now”, el cual cosechó 5 premios (incluyendo Canción del Año, Grabación del Año y Mejor Álbum de Country).
De todas maneras, la gran sorpresa de la noche fue otra… ¡Arcade Fire! El gran colectivo indie-rocker originario de Canadá ganó el máximo premio de la noche: Álbum del Año (por su gran disco “The Suburbs”, editado a mediados de 2010). Y fue realmente una sorpresa porque, a decir verdad, bandas así no son las que suelen ganar en los Grammys, menos frente a colosos del pop como Lady Gaga, Katy Perry y Eminem. La otra gran sorpresa fue, sin dudas, Esperanza Spalding: la contrabajista de jazz fue elegida como Mejor Nuevo Artista, dejando en el camino a Justin Bieber y a Drake.
Otros ganadores destacados fueron Lady Gaga (Mejor Álbum de Pop por “The Fame Monster”), Muse (Mejor Álbum de Rock por “The Resistance”) y Train ( Mejor PerformancePop por “Hey, Soul Sister”).
Ahora bien, ¿alguien podía preveer que Arcade Fire iba a ganarle a Eminem, Lady Gaga y Katy Perry? ¿Y quién iba a adivinar que Esperanza Spalding iba a superar a Justin Bieber y a Drake? ¿Fue acaso un gesto para desestimar tanta manufactura pop con fines comerciales? Imposible saberlo. Lo cierto es que esta ceremonia de los Grammys estuvo marcada por las grandes interpretaciones de la música en vivo.
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